LA POLÍTICA ES LA CULPABLE DE LA RUINA ECONÓMICA Y FAMILIAR DE ESPAÑA.

LA POLÍTICA ES LA CULPABLE DE LA RUINA ECONÓMICA Y FAMILIAR DE ESPAÑA.  No se leen los Presupuestos Generales del Estado por nadie. Este es uno de los más extraños fenómenos que existen en el mundo. La sociedad es saqueada en masa por los políticos y las administraciones, y nadie, absolutamente nadie, va a mirar en qué se gastan el dinero que nos quitan. Y dicen que la fe no existe. No existirá la fe en Dios, pero en el político… Esto es indudable. En España palabras como “democracia”, “interés general”, “bien público”, “sanidad pública”, “seguridad social” y otras semejantes dejan a la sociedad hipnotizada, quieta, hierática, creyendo en todo aquello que venga detrás de haber usado semejantes palabras por los políticos. Naturalmente, no vamos a desarrollar aquí los PGE del año 2023. Nadie nos leería. Simplemente vamos a extractar una partida. Ahora bien, sepa quien lea esto que podrá extrapolar la moraleja a todos los PGE. Pues bien, fijémonos en el art. 20 LPGE 2023. En ese artículo se prevén los criterios con los que las Corporaciones locales habrán de confeccionar sus presupuestos en el año 2023. Pues bien, se les permitirá a las Corporaciones locales incrementar tasa de reposición de efectivos en un 120 o 110 por ciento, según los sectores del empleo público sean prioritarios o no. Es decir, en plena crisis económica, energética e inflacionista, el Gobierno da manga ancha a las Corporaciones locales para que sigan incorporando más y más personal al sector público. La democracia española ha caído desde hace mucho tiempo en la demagogia. Nació de su semilla y hoy la planta demagógica tiene un tallo fuerte y una ramas frondosas por toda la sociedad. De ella se han servido y se siguen sirviendo los políticos y los funcionarios para vivir bien a costa de quienes cada mañana se levantan a ejercer empleos verdaderamente productivos. Los datos son evidentes y no cabe duda sobre ellos. En la España de los años sesenta del siglo pasado una familia de clase media madrileña, en la que sólo trabajaba el padre, por ejemplo, tenía un piso en propiedad en Madrid, otro en la Sierra de Madrid, dos o más hijos, coche en propiedad e iba todos los veranos una temporada de vacaciones a la playa. Naturalmente, no había IRPF, ni IVA, ni la cantidad de impuestos que se han inventado los políticos para saquear a la sociedad. Tampoco, obviamente, había la cantidad de políticos, funcionarios y empleados públicos que nos sangran en la actualidad. Hoy, en cambio, los jóvenes demócratas del s. XXI en España, son más pobres que sus padres y abuelos, no pueden casarse, ni aspirar a una vivienda en propiedad, ni mucho menos pensar en tener una familia numerosa. Su horizonte democrático es el de la pobreza familiar y económica, el del “cheque bebé” de cien euros a cambio del saqueo por ser autónomo, es decir, por querer vivir del propio esfuerzo, del IRPF, el IVA, el IBI, el Impuesto de circulación, el Impuesto sobre carburantes, el Impuesto de donaciones, etc… A menos, claro está, que se decidan por hacerse funcionarios o políticos.